Educación ambiental y otras subjetividades

Creo que hoy en día tenemos un grave problema y es que todo el mundo sabe de todo, y en el fondo nadie sabe nada. Para poder opinar sobre algo y lo que considero más importante, tomar decisiones, es necesario saber y de esto deberían tomar buena nota la mayoría de nuestros políticos y sus asesores.

Hoy en día muchas cosas se hacen de cara a la galería, sin importar el fondo de la cuestión, y en la mayoría de casos, sobre todo en medio ambiente, las cosas se pueden analizar desde un punto de vista técnico y objetivo, de manera que no todo es humo.

Como no todo es humo, si queremos enseñar a los niños sobre medio ambiente, es decir, esto que está tan de moda llamado educación ambiental, no se trata meramente de  llevarlos a una granja escuela, pero tampoco les vamos a hacer especialistas en energías renovables. Lo lógico es enseñarles sobre lo que más les va a atraer del medio ambiente, los animales. Pero no diciéndoles que tienen sentimientos, asimilándolos a un dibujo animado y diciendo que lo mejor que se puede hacer en la naturaleza es limitar al hombre, prohibirle el paso y de esta manera se soluciona todo…pues no.

El hombre lleva millones de años formando parte de esa naturaleza, pero no cualquier parte, es la cúspide de la pirámide trófica, de tal manera que no es sencillo eliminarlo del tema. Además resulta que la mayoría de hábitats están gravemente transformados por el hombre, y esto es un hecho objetivo. Por lo tanto no podemos pretender tener la naturaleza estática, salvaje e intocable, pero disfrutar de todas las comodidades de la vida moderna (coches, fábricas, residuos, urbes…).

La caza es algo natural en el mundo silvestre, cazan las rapaces, cazan los zorros, cazan los lobos, los linces y el hombre. En general todos los predadores. Y como tal lo debemos ver, como algo natural que además ordena un recurso natural renovable. La falsedad ecologista de llamarnos asesinos y luego tomarse un buen chuletón.

Quién sufre más la perdiz mimada y cuidada durante toda su vida y abatida en un ojeo, o el ternero cebado con un tubo en la boca, sin dormir sobre sus propios excrementos y finalmente “matado” en el matadero. Debemos asumir nuestro papel y los tiempos que corren, por favor no seamos hipócritas.

La caza es algo natural que como tal debe ser enseñada como parte de la actividad en el medio ambiente, con o sin el hombre, que nuestros jóvenes la conozcan y elijan si practicarla o no, pero desde el conocimiento y el respeto por una actividad más que necesaria.

En este sentido es obvio que en la RFEC, desde Fedenca y Caza y Juventud, colaboramos con todas las iniciativas que nos brindan.